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Un triunfo… ¿Para despegar?

Con garra, orden, y momentos de buen fútbol: así levantaron cabeza Los Toritos (tras perder 1-7 en un amistoso hace dos semanas) y lograron un ajustado pero merecido triunfo 2-0 ante Los Champys. Y es precisamente por la actitud que tuvo el equipo, a lo largo del partido, que podemos calificar el rendimiento como “bueno”.

Las actuaciones individuales fueron disparejas: algunos jugadores realizaron una tarea casi excelente, cometiendo pocos errores, sin perder concentración, mientras que otros tuvieron altibajos (en la marca, generación de juego, creación de oportunidades, etc.). Y es en este punto donde debemos resaltar el rasgo más positivo: el funcionamiento colectivo estuvo por encima de las individualidades.

El fútbol, se sabe, es un juego en equipo. Parece una tontería mencionarlo, pero en la vorágine de no conseguir resultados, errar un pase, perder una marca, comerse un gol insólito, no tener convicción para gambetear, o sufrir cualquiera de los imponderables que forman parte de la dinámica del juego, nos vamos encerrando en un duelo personal con nosotros mismos y perdemos de vista el mayor objetivo: que funcione el equipo. Darle el pase al compañero más cercano. Terminar las jugadas. Cubrir espacios. Estar atentos a la contra. Exigir al rival. Desgastarlo. Desmotivarlo. Ir de lo sencillo a lo complejo hasta encontrar el camino, y ahí, acelerar a fondo.

Esos, entre otros, son los problemas que Los Toritos sufren hace un tiempo. Confiar en el compañero es fundamental. Y cuando se equivoca, ayudarlo. En el triunfo 2-0 ante Los Champys se perdieron algunos balones en zonas peligrosas, y a través del orden de la última línea sumado al mediocampista central, se pudieron neutralizar los posibles pases del rival y recuperar la posesión rápidamente. Hubo solidaridad y apoyo en todos los sectores de la cancha.

El aspecto más débil fue, sin dudas, la generación de juego en campo rival. Se deberán ir puliendo los detalles que terminan confeccionando una jugada de transición rápida, con pases precisos, y eventualmente remates de media distancia. El plantel posee jugadores con buen pie, velocidad y remate. Hay materia prima para lograr protagonismo desde la posesión y la creación de oportunidades. En principio, se logró mantener la valla invicta, lo cual no es poca cosa. Y quedó claro el mensaje: si Los Toritos van a perder, será dejando todo en la cancha.

Publicado por Periodista Enmascarado