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Los Toritos perdió 4-1 ante Cityzens por la tercera fecha del Torneo Apertura 2019. Esta fue la primera derrota del equipo desde la reanudación de la temporada. El rival sigue avanzando a paso firme en la categoría, cosechando 3 triunfos en 3 partidos, anotando 4 goles en cada uno de ellos, para establecerse en lo más alto de la tabla.
El partido comenzó con Cityzens dominando desde el aspecto físico y actitudinal. Llegaron al gol rápidamente y Los Toritos no tuvo capacidad de reacción en ninguna de sus líneas. Se dio el escenario de un equipo que funcionó correctamente y fue muy efectivo (Cityzens anotó 3 goles con 5 situaciones generadas), frente a otro que, a diferencia de sus últimas actuaciones, no mostró rebeldía, ni actitud, ni juego, mientras era superado. El descuento, a pocos minutos de ir al entretiempo, lo anotó De Benedetto (quien cometió un error en el segundo gol del rival) con un buen remate cruzado tras un tiro libre que se desvió. Ese tanto le daría esperanzas al equipo para corregir los errores e intentar revertir la situación en el segundo tiempo.
En un cambio de piezas similar al partido anterior, Vega se retrasó a jugar de 5, para soltar a De Benedetto por derecha y que la dupla en ataque se conformara entre García y Migueles, con Ardito sumando movilidad y explosión por izquierda. A pesar de esas modificaciones, la mala producción futbolística del equipo siguió su mismo rumbo, aunque sí hubo una leve mejora en la actitud para marcar y disputar la pelota. Los delanteros no aguantaron la pelota, los mediocampistas no clarificaron el juego ni frenaron los avances del contrario, y la línea de defensores mostró un nivel más bajo que el habitual (quizás se deba a la improvisación de Maiorana como central). Cityzens anotó un tanto más para echar por tierra cualquier esperanza de remontada y el marcador final sería un 4-1 a favor del equipo celeste.
La derrota para Los Toritos fue dura, desde ya, pero son de estos golpes y en estas circunstancias de los que se aprende, y donde todos y cada uno deben dar lo mejor de sí para velar por el bien del grupo. Hay materia prima, hay entusiasmo, hay deseo. Que el fracaso sirva como motor para la autocrítica (individual y grupal) y dar vuelta la página rápidamente. El torneo recién comienza y queda mucho por delante. Dependerá del equipo que ese futuro sea promisorio.
Kevin Melgar: No tuvo responsabilidad en los goles, excepto el último donde podría haber salido con más decisión.
Bautista Rueda: Estuvo por debajo de su nivel habitual. Le sigue costando lo físico y, además, cometió dos errores graves que terminaron en gol.
Martín Maiorana: Discreto partido en su improvisada posición de central. Cumplió con lo justo, no desentonó del bajo nivel general.
Gonzalo Escobar: Sus pases largos sirvieron como salida pero también sufrió la marca. Estuvo atado a la tarea defensiva y no aportó al ataque.
Esteban Bernasconi: Mostró rebeldía y actitud en el mediocampo, aunque con poca claridad para jugar el balón y asociarse.
Julián De Benedetto: No encontró una marca fija y tampoco pudo clarificar con los pases. Marcó el único gol del equipo y levantó un poco en el segundo tiempo.
Guillermo Funes: Individualmente no otorgó ninguna respuesta a las falencias del equipo y no explotó ninguna de sus cualidades.
Maximiliano Vega: Aguantó poco arriba y en el medio tampoco pudo aportar mucho. Se espera más de él.
Dany Garcia: Físicamente hizo un gran desgaste, pero no logró generar peligro o asociarse con sus compañeros.
Cristian Ardito: Aportó su movilidad y agilidad por la banda izquierda, entró con buena actitud. Tampoco logró cambiar la cara del equipo.
Martín Migueles: Mucha imprecisión en los pases, característica principal de su juego. Se fastidió un poco y nunca levantó.
Pablo Ricci: No destacó ni cometió errores. Jugó pocos minutos como para evaluar su desempeño.
Francisco Guglielmotti: No ingresó.